Este relato pertenece a la antología “MMXVIII. Leyendas olvidadas”. Actualmente está inscrita en KDP Select de Amazon, y gracias a ello todos los usuarios de Kindle Unlimited pueden leerla de forma gratuita. Esto implica exclusividad, y no está permitido que la obra se distribuya en otro formato digital que no sea Amazon, por eso, en estos momentos no se puede leer desde mi blog.
Disculpad las molestias.
Más información: Mis obras.
Si queréis leer la historia, os dejo el enlace: “MMXVIII. Leyendas olvidadas”.
Para adquirirlo si resides fuera de España el enlace es otro: pincha aquí.
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"Dicen que no hay nada mejor para evadirse de la realidad como sumergirse en un libro que le permita a nuestra imaginación echar a volar.
Esta recopilación de relatos está repleta de historias emocionantes, un sinfín de mundos, tanto ficticios como reales, y unos personajes que tendrán que darlo todo para conseguir sus objetivos. Un niño obsesionado con un poeta, una pelea a muerte contra un dragón, una catástrofe navideña, un gladiador que ansía la libertad, un par de locos con ideas surrealistas... Algunos alcanzarán sus metas; otros, por el contrario, se quedarán en el camino; pero todos y cada uno de ellos tienen una historia que contar y algo que enseñarnos.
¿Te atreves a conocerlos?"
Este relato viene del libro "642 cosas sobre las que escribir", y la premisa que daban era que comenzase con la frase: Ese fue el momento en el que dejó de creer. Y a raíz de ahí había que continuar escribiendo.
Seguir con "las hadas" fue algo casi automático, ni siquiera lo pensé y fue lo que me salió al instante.
Mientras lo escribía no pude evitar pensar en ese "yo creo en las hadas", y de ahí viene el nombre del protagonista.
La verdad es que estoy de acuerdo con él, creo que el mundo de los adultos no está reñido con la magia, y si uno quiere, y lo intenta, puede compaginar los dos al mismo tiempo.
Dejar marchar al niño que tenemos en nuestro interior es perder una parte de nosotros, y eso es muy triste. ¿Por qué no pueden vivir a la vez? ¿Por qué alguien no puede ser un ejecutivo importante con traje y corbata y en su tiempo libre vestir camisetas de Harry Potter y cantar en el coche las canciones de Disney?
¿Qué pensáis vosotros? ¿Sois de los que permanecerán con Peter y volarán hasta la segunda estrella a la derecha, todo recto, hasta que amanezca?
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¡Un saludo!
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