Este relato pertenece a la antología “二千十九. El honor de su nombre”. Actualmente está inscrita en KDP Select de Amazon, y gracias a ello todos los usuarios de Kindle Unlimited pueden leerla de forma gratuita. Esto implica exclusividad, y no está permitido que la obra se distribuya en otro formato digital que no sea Amazon, por eso, en estos momentos no se puede leer desde mi blog.
Disculpad las molestias.
Más información: Mis obras.
Disculpad las molestias.
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Si queréis leer la historia, os dejo el enlace: “二千十九. El honor de su nombre”.
Para adquirirlo si resides fuera de España el enlace es otro: pincha aquí.
Cuando las obligaciones nos superan, la realidad es abrumadora o las preocupaciones no nos dejan dormir, es el momento de dejarlo todo a un lado, evadirnos de lo que nos rodea y adentrarnos en un sinfín de mundos extraños que ansían ser descubiertos.
Esta recopilación de relatos está plagada de ellos. Conoceremos a un pollo ludópata, nos reiremos con las peripecias de un peluche con aires de dictador, descubriremos qué le ocurrió al mayor asesino en serie de la historia, y nos emocionaremos con un inocente chico que acaba envuelto en peligrosos negocios con la mafia japonesa. Monjas, guerreros, drogadictos famosos, niñas muy especiales o ardillas con cuernecillos.
Cuarenta relatos en los que los personajes deberán encontrar su camino, vencer sus miedos y superar los obstáculos que se les van presentado. ¿Cuántos conseguirán sus propósitos? Solo hay una manera de averiguarlo… ¿Te atreves a descubrirlo?
Este relato lo escribí para el Taller de escritura nº59 de la página de Literautas. Las premisas eran: que comience con «El hombre se transformó en…» y que todo el relato transcurra en el interior de un edificio abandonado. Además de las 750 palabras de siempre.
La primera premisa la conseguí, la segunda no tanto, pues, como habéis leído, los chicos están fuera de la casa. Pero bueno, más o menos. Y el número de palabras lo reduje para el taller, pero este tiene unas cuantas más.
En cuanto leí la frase con la que el relato debía iniciar no pude pensar en otra cosa que no fuese un hombre lobo. De hecho, la idea que tenía en mi subconsciente era que ese chico era Remus Lupin, de Harry Potter, de ahí también el título del relato.
Otra cosa más con la que el mundo de Rowling me inspiró en este relato fue con los nombres de los personajes. No iba a poner que uno de los chicos se llamase Sirius, habría sido muy cantoso, pero elegí nombres de constelaciones o estrellas para los chavales que entran en la casa.
Espero que os haya gustado. Yo me lo pasé muy bien escribiéndolo.
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¡Un saludo!
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