Ana Karenina. Lev Tolstói. Reseña


Título: Ana Karenina 
Título original: Áнна Карéнина 
Autor: Lev Tolstói 
Año de publicación: 1877 
Editorial: Edición especial Austral 
Mi puntuación: 6 sobre 10

En esta novela se nos narra la vida de la sociedad rusa de finales del siglo XIX desde, principalmente, el punto de vista de dos personajes: Ana Arkadieva Karenina y Konstantín Dmítrievich Lyovin (Levin).

A lo largo de las páginas vamos desentrañando los secretos de la corte rusa de la época. Nos metemos en las cabezas y corazones de los personajes y nos enteramos de los prejuicios y preocupaciones que les acaecían.

Se trata de una obra catalogada como realismo ruso, y que con el paso de los años ha pasado a formar parte de esos llamados “clásicos”. Personalmente, puedo entender que la gente de la época se hubiese entusiasmado con este libro, toda la parte que narra la vida de Ana es una telenovela, y el ser humano es cotilla por naturaleza. Le gusta saber los detalles privados de los demás, cuanto más sórdidos y más vergonzosos, mejor. Y de eso hay en esta novela a montones.

Por otro lado, la parte de la historia que está centrada en Levin tiene un toque más filosófico, con preguntas morales, de religión, que ponen todo en duda y que juzga al pueblo ruso y su trabajo. Muchos dicen que el mismo autor puso en este personaje sus propias ideas sobre la sociedad de aquellos años.

El libro en sí me ha gustado, el principio engancha mucho, con una frase lapidaria que te atrapa desde la primera letras: Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera. Solo con eso te anima a leer, y te adelanta que lo que tienes entre manos no es una historia bonita exenta de drama.

Atención, a partir de aquí voy a dar mi opinión personal y hablaré de la trama de la novela sin evitar contar detalles que puedan estropear la historia a aquellos que no la hayan leído.

El personaje de Ana empezó gustándome mucho. Me agradó cómo es capaz de mediar entre los problemas matrimoniales de su hermano y cómo manejó la situación del cortejo del conde Vronski. Todo bien hasta que llegan a San Petesburgo, nos metemos en su mente y la idea que tenía de ella se destrozó. La dama refinada e inteligente que nos habían mostrado en las primeras páginas se convirtió en una mujer sin capacidad de pensar por ella misma y que necesita la opinión de un hombre para ser capaz de tomar alguna decisión. Al final se obceca tanto en mantener su belleza, que acabé tomándole muchísima manía. Es posible que para las mujeres de aquella época fuese un personaje al que imitar, pero en la actualidad, tal y como están las cosas, me resultó un personaje odioso.
Uno de los sentimientos que menos me gustan son los celos, y los de ella son completamente infundados y desmedidos. Piensa que su amante la engaña con otra por detalles inventados, que no tienen ni pies ni cabeza. Me exasperó muchísimo. Aunque lo que menos me gustó fue su razón para suicidarse: para hacerle daño a Vronski, para que se arrepienta, para hacerle sufrir. No lo entiendo, de verdad que no consigo entender esa línea de pensamiento, y solo logró que mi irritación contra ella aumentase.
Se ha convertido en uno de los personajes que menos me han gustado de todos los libros que he leído.
Aun así, su parte es un culebrón puro y duro. A pesar de todo, engancha, y uno no puede dejar de leer para saber qué pasará a continuación.


La parte de Levin tenía sus momentos entretenidos, cuando ocurrían cosas y la trama avanzaba, y luego estaban los momentos soporíferos; esos en los que el personaje mantiene monólogos internos y diatriba sobre aspectos que, en la actualidad, están muy pasados de moda. Estas partes me aburrieron bastante. Aunque estoy convencida de que en aquellos años la gente debía de leerlos con mucho interés.

Me ha parecido una obra muy bien escrita, con una prosa impecable. Sin embargo, me ha faltado mucha emoción y sentimiento. El único personaje que tiene pasión es Ana, pero el narrador no termina de mostrarnos todas sus acciones y pensamientos como ella los siente. La limita mucho y todo queda escrito con excesivo formalismo, sin dejar que la pasión explote.

En general me ha gustado. Creo que le sobran bastantes páginas, al menos en la época actual, pues desconocemos muchos de los problemas que tan bien describen, con lo que al lector le puede costar conectar con ellos y hasta con algunos personajes.

Aunque no sea una novela de lectura sencilla, la recomiendo, pues la maestría de Tolstoi a la hora de hilar las cosas me ha parecido increíble.


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Si quieres leer más reseñas y críticas de los libros que he ido leyendo, las tienes todas recopiladas en este enlace: Reseñas.

¡Un saludo!

2 comentarios:

  1. Leí este libro hace años y aunque me gustó, también tuve la misma sensación que tú de que por momentos era una historia demasiado densa. Supongo que se debe a la época del autor y a su propio estilo como escritor. Desde luego es un clásico que conviene leer.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Buenas, Rebeca.

      Sí, creo que tiene que ser el estilo de escribir que había en esa época. La escritura de ahora es un poco diferente.

      Un saludo.

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