Irene Rodríguez: La ciudad del rey. Marcelino Santiago. Reseña

Título: La ciudad del rey.

Autor: Marcelino Santiago.

Año de publicación: 2019.

Editorial: Pàmies.

Mi puntuación: 7 sobre 10.

A finales del siglo XV, tras un ataque a la comunidad judía en Ciudad Real, el licenciado Tomás de Cuenca es asignado como juez inquisidor para esclarecer los hechos y comenzar una investigación con la que desenmascarar a los cristianos conversos que aún practican la religión de Moisés.

Mientras tanto, un grupo de ciudadanos conspiran para hacerse con el poder y el gobierno de la ciudad.

Las dos tramas se ven envueltas en uno marco histórico en plena guerra de sucesión de la corona de Castilla entre Juana de Castilla e Isabel de Trastámara.

La novela empieza con un ritmo un poco lento, pero en cuanto se mete en la trama, esta engancha. Los personajes están bien trabajados, el problema que tiene es que hay tantísimos, que es casi imposible quedarse con todos ellos.

Soy de Ciudad Real y ha sido bastante curioso leer sobre la historia de mi ciudad. Historia de la que, desgraciadamente, no tenía mucha idea. Nunca se nos ha enseñado nada sobre nuestros orígenes, su pasado o los personajes ilustres que la habitaron. Solo me sonaban algunos nombres porque muchos colegios se llaman así, y es una pena que todo eso quede en el más absoluto olvido. En la actualidad no queda casi nada de lo que en el libro se relata, solo una puerta, un trozo pequeñísimo de la muralla y nada del alcázar. Un desastre, pues por cómo se describe en la novela, podría habernos quedado una ciudad muy bonita.

Las dos tramas de la novela avanzan de manera diferente. La que narra la investigación de Tomás de Cuenca me pareció muy bien hilada hasta que se empieza a mezclar con la otra trama, que se superpone por completo a ella. Ahí fue, para mí, cuando la historia pierde fuelle.

Es una novela coral, y aunque al principio se centra más en Tomás, se nos cuentan las acciones de otros personajes que van formando pequeños nudos con los que la trama se complica. Eso me gustó mucho, crea intriga y mantiene el interés en todo momento. Además, los capítulos son muy cortos, y gracias a eso se lee con facilidad.

La parte más histórica, y política, me resultó muy pesada. En algunos momentos el narrador se pone a contar una sucesión de datos históricos, que aunque son importantes que el lector los conozca, no están novelados. Parece como si el profesor de historia se hubiese metido en el libro, hecho un paréntesis, y luego sigue por donde lo había dejado. Ahí creo que se ha visto la profesión del autor.

También me ha cansado un poco la repetición de escenas. Nos cuentan una cosa, y varios capítulos más tarde, o en el siguiente, vuelven a explicar lo mismo.

Creo que la novela empieza un poco lenta, luego va subiendo poco a poco hasta que engancha, y en el zénit, cuando llega la parte del desenlace, que aunque me gustó, me pareció que está escrita muy aprisa. En algunos momentos me dio la sensación de estar leyendo un resumen de algo más largo. Como si le hubiesen quitado partes que harían la historia mucho más completa e interesante. Tiene tantos personajes que no le da tiempo a profundizar bien en sus historias y sentimientos, y sin eso, uno no puede tomarles cariño o empatizar con ninguno de ellos.

En general, la novela me ha gustado. La he leído en pocos días y si alguien me preguntase por un libro sobre mi ciudad, lo recomendaría.

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