Título: León Bocanegra.
Autor: Alberto Vázquez-Figueroa.
Género:
Aventuras.
Año de publicación: 1998.
Mi editorial: PLAZA & JANÉS.
Mi puntuación: 6,5 sobre 10.
El barco del capitán León Bocanegra se encalla en las costas del desierto sahariano en octubre de 1689, cuando el tráfico de esclavos está en su máximo apogeo y tanto él, como su tripulación, acaban siendo hechos prisioneros de una tribu de beduinos.
Su calvario se alarga en el tiempo, y son obligados a trabajar en unas condiciones infrahumanas. Sin embargo, León Bocanegra no es de los que se da por vencido, sin importar lo adversa que sea la situación, él siempre intentará salir adelante.
Cuando leí por primera vez el argumento me llamó la atención, y me la recomendaron como una novela muy buena, así que empecé el libro con ganas.
La primera parte me pareció bastante entretenida, aunque un poco lenta, pues se pierde demasiado en los detalles. Me resultó fácil de leer, sin embargo, las hazañas que lleva a cabo León Bocanegra me parecieron demasiado surrealistas. Nunca me he encontrado en su situación, por suerte, y no tengo ni idea de lo que el ingenio de una persona puede llegar a hacer para conseguir sobrevivir, pero alguna de las situaciones que supera me parecieron muy poco creíbles.
Aun así, continué leyendo, todo por la curiosidad de saber cómo iba a acabar este hombre que tantas penurias había pasado.
Y ahí fue, al llegar al final, cuando dio el gran bajón. Al menos en mi opinión.
Atención, a partir de aquí voy a hablar de la trama de la novela, ten cuidado si no has leído el libro.
El principio del fin comienza con la aparición del marino peruano. Llevaba tantas páginas compartiendo esta aventura con León Bocanegra, que la llega de ese hombre me resultó intrusiva. Un extraño que se mete en nuestra historia y que solo aporta palabras bonitas de una señorita encantadora y amable a la que todos quieren, pero es fuerte como el marinero más curtido.
No sé…
La llegada de dicha mujer me dejó completamente fría. No he sido capaz de conectar con ella o con su historia. Entiendo la estima y el cariño, carnal, de sus marinos, pero me pareció un personaje muy poco creíble.
Esta última parte fue la que menos me gustó y terminó de destrozarme una historia que empezó bien, pero que fue decayendo con el paso de las páginas.
Quizás si el final hubiese sido otro, si la última parte no hubiese existido, la novela me habría dejado un mejor sabor de boca.
En definitiva, un buen comienzo, una parte central interesante, pero con altibajos, que llevan a un final que me decepcionó bastante.
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¡Un saludo!
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