Toledo, enero de 1990.
Querida madre:
Con todo mi pesar, lamento informarle de que vamos a tener que cancelar los planes. Alguien nos ha robado los ahorros del banco. No sabemos cómo lo han hecho, pero han conseguido nuestros datos y nos han vaciado la cuenta. Entera. Hasta la última peseta. Los ahorros de toda nuestra vida… El dinero para tu residencia. Para las vacaciones de este verano. Para la universidad de las niñas… Clara empieza la carrera de Física en Madrid, es en septiembre y no creo que podamos recuperar el dinero para entonces. No sé qué vamos a hacer.
Le mantendré informada, pero no se preocupe, que, sea como sea, saldremos de esta.
Muy suyo,
Ricardo.
Toledo, marzo de 1990.
Querida madre:
Hace ya unos meses que pusimos la denuncia sobre el robo. Además, hemos contratado a un abogado y a un detective privado. Ya están investigando nuestro caso y han avanzado bastante. Han descubierto que alguien había creado una empresa fantasma en mi nombre, la vincularon a nuestra cuenta y unas semanas más tarde transfirieron todo el dinero que teníamos a un paraíso fiscal. Lo hicieron sin mi autorización y el detective dice que eso es muy extraño, pues hay que ser muy cercano a esa persona para poder enlazar la empresa con la cuenta bancaria. Ha dicho que se necesitan permisos, poderes notariales de no sé qué y un montón de palabros más que no he entendido. Igual usted, que estuvo trabajando durante tantos años con ese notario, pueda explicarme los detalles. La verdad es que no tengo ni idea.
Somos una familia honrada, que ha trabajado toda su vida para salir adelante sin meternos con nadie. Hay que ser
Muy suyo,
Ricardo.
P.D.: ¿Recibió el paquete con las fotografías de papá que me pidió? La última carta que le envié nos llegó devuelta. Decía que ahí no residía nadie con su nombre.
P.D.2: ¿Alguna vez me dejará que le instale un teléfono en su casa? Todo sería mucho más sencillo si pudiera llamarla.
Barajas, junio de 1990.
Espero que te hayas llevado un buen bastón, porque no vas a tener Islas Caimán suficientes para correr.
Tu maldito verdugo.
*
Este relato lo escribí siguiendo las premisas de la página web Literautas para el Taller de escritura: Móntame una escena, número 72. Las premisas eran que debía contener las palabras fantasma, plan y venganza. Además, no debía superar las 750 palabras. Había un reto opcional, que estuviera escrita en forma de diario personal, con fecha incluida. Y no sé porqué, al ver lo de la fecha mi cabeza obvió por completo lo de diario y pensó en cartas... Me di cuenta una vez que el relato ya estaba escrito y me era imposible cambiarlo. Habría que escribir algo completamente nuevo, así que lo presenté sin el reto opcional.
La inspiración me llegó por la palabra fantasma. Al principio estaba pensando en que alguien le dijera a otra persona que era "un fantasma", con el significado de ser alguien que se cree mucho pero luego no lo es tanto. Pero no se me ocurría cómo podía hilarlo con la venganza. Y luego, de alguna manera, me llegó la idea de crear una empresa fantasma. De ahí sí que podía hilar algo que acabara en una venganza.
Que fuera la madre ocurrió sin pensarlo pero de manera natural. Había que darle un giro a la historia para que resultara interesante y ¿quién mejor que la persona a la que se lo estás contando todo?
Espero que os haya gustado.
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Un saludo.





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